jueves, 12 de febrero de 2015

Otro juego inolvidable

Y seguimos con "los juegos inolvidables". Hoy jugamos al ARO.
Nos trasladamos a principios del siglo pasado y vamos a ver cómo jugaban entonces l@s niñ@s de la época.



Tod@s l@s niñ@s saben, o tendrían que saber, lo divertido que es jugar al aro. Qué cuadrilla más simpática se forma cuando, en un hermoso día de helada, los miembros jóvenes de la familia aparecen con sus aros y corren por la carretera. Hay un juego muy bonito llamado portazgo, pero hace falta un espacio bastante abierto; pueden jugar los que quieran, sólo la mitad de los jugadores necesitan aros. Se colocan dos piedras o ladrillos bastante grandes a intervalos regulares, uno junto a otro y unos seis metros de distancia, formando un circulo, o a lo largo  de un camino y un "guardabarrera" guarda cada una de esos pares de obstáculos. Los jugadores, todos en fila, empiezan a cierta distancia y van haciendo pasar sus aros entre los ladrillos. Si lo logran, dan la vuelta y pasan otra vez; pero si alguno no lo consigue, ocupa el lugar del "guardabarrera" cuya puerta no ha pasado, y éste se convierte en jugador. (Texto original del libro de juegos de Kate Greenaway).
Hoy en día se me ocurre que nuestr@s niñ@s podrían recuperar este bonito juego saliendo con los padres, o sin ellos, ya que no existe edad para este juego, por parques, senderos, paseo marítimo (en el caso de una ciudad de costa)...

Aquí os presento la camiseta realizada con esta imagen y decorada con distintos abalorios y purpurinas.












Y como la anterior, puede llevar su marca-páginas describiendo el juego.

Mañana EL CORRO DE LA PATATA.



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